Ágatha Ruiz de la Prada declaró a la agencia EFE que Latinoamérica es muy “importante para ella” y, por ello, no duda en aceptar todos los proyectos que le proponen.
“Me ha dado como la locura con América Latina”, dijo la diseñadora madrileña desde el Auditorio Nacional de Uruguay, donde el Ballet Nacional del Sodre estrenará “La bella durmiente”, obra en la cual los bailarines lucirán su colorido y vanguardista vestuario.
Comentó que en los últimos diez días tuvo ocho desfiles: dos en México, dos en Bolivia, uno en Los Ángeles y tres en España.
“Otra cosa que he notado es que antes venías a Latinoamérica y veías a las mujeres muy incómodas, con mucho taconazos… eso está cambiando”, dijo, añadiendo que con los movimientos de igualdad y empoderamiento femenino las mujeres se han dado cuenta de que “tienen que ir cómodas”.
La Bella Durmiente
Ruiz de la Prada decidió llenar de tonos primarios el vestuario de “La Bella Durmiente”. La artista recordó que cuando le enseñó los bocetos del vestuario al entonces director artístico del Ballet Nacional de Uruguay, el argentino Julio Bocca, este “no se lo podía creer y estuvo bastante tiempo bajo estado de shock”.
Igual ocurrió con el elenco, pues según la diseñadora “los bailarines empezaron muy asustados” con sus “bolitas”, pero ahora “están todos encantados”.
Reveló que el miércoles, día del ensayo general, fue “uno de los mejores días” de su carrera, pues vio cómo sus diseños cobraron vida en el cuerpo de los artistas.
“Disfruté ayer infinitamente más que en un desfile”, dijo y añadió que a ella le encantaría “poder llevar este ballet a muchos sitios del mundo, empezando por España”.
Para esta obra, Ruiz de la Prada eligió recubrir a los personajes de este cuento de hadas con esferas de todos los colores y tamaños.
La diseñadora detalló que los círculos tienen mucho que ver con los lunares de los trajes de sevillanas, mientras que las esferas tiene influencia del movimiento vanguardista de Bauhaus, que se dio en Alemania a principios del siglo XX.