
Prada presentó su colección Resort 2019 en una antigua fábrica de pianos en Nueva York. Para algunos especialistas la colección guarda fuertes víncluos con los años 90 con alusiones específicas a la colección de la primavera de 1996 en la que hizo famosos estampados ‘feos’, impulsándolos en la vanguardia de la moda.
Funcionó la combinación deportiva de jerseys deportivos y polos con tiras con chiffon de seda y los gorros gigantes de los cazadores. En la primera serie destacaron los brocados de Lurex. También se apreció tejidos simples con faldas finas hasta el tobillo o un vestido de frac y discretas chaquetas a la medida.