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ALGODÓN, LINO O POLIÉSTER: ¿QUÉ TEJIDO ES EL MEJOR PARA PROTEGERNOS DEL SOL?

El sol constituye una importante fuente de vitamina D, que nos ayuda a tener más energía y a mejorar el estado de ánimo. Pero también puede afectar de manera negativa a nuestra piel si no nos protegemos bien, sobre todo ahora en verano, cuando los rayos de sol son más intensos.

Buscar la sombra, intentar no exponernos al sol en las horas centrales del día y aplicar protector solar son algunas de las medidas más eficaces para cuidar de nuestra piel. Y también lo es la ropa.
Los profesionales nos recomiendan, año tras año, protegernos bien del sol. Tal como reconoce La Fundación de Cáncer de Piel: “La ropa es la primera línea de defensa contra el sol”. Es más, la ropa adecuada ofrece mayor protección solar que la crema solar porque a menudo esta última no la usamos de la forma correcta. Lo reconocía también en este artículo Ramón Grimalt, profesor de Dermatología de la Universitat Internacional de Catalunya (UIC), según el cual la ropa de manga larga ha demostrado “que es diez veces más eficaz que las cremas protectoras”.

Este año también el Ministerio de Sanidad incluye en una de sus recomendaciones para protegernos del calor disminuir las partes expuestas directamente al sol con “prendas ligeras, camisas de punto tupido y pantalones largos” –no demasiado ceñidos– para bloquear la mayor parte de la radiación solar.
Distintas telas, distintas formas de protección

No toda la ropa nos protege de la misma manera ni todos los tejidos son igual de efectivos. Son varios los factores que contribuyen a que una prenda nos proteja más o menos, como el color, el material y el entramado.

  1. Entramado
    El material y el tejido de la ropa afectan en cómo nos protege de los rayos UV. Las telas densas y de tejido pulido, como los vaqueros, ofrecen mayor protección. En cambio, en el otro lado de la balanza tenemos las telas naturales y livianas como el algodón blanco, la seda o el lino, que suelen tener un entramado más abierto y dejan pasar más luz
    Por tanto, cuanto más tupido sea el tejido, más pequeños serán los agujeros y menos rayos UV pueden atravesar, como demuestra la investigación Advances in Protection Against Solar Ultraviolet Radiation in Textiles for Summer Clothing, publicado por la Sociedad Estadounidense de Fotobiología.
    Para determinar cómo es el entramado de una pieza de ropa, podemos sostenerla a contraluz: vemos la luz a través del tejido, es posible que esté demasiado suelto para bloquear los rayos del sol. Si una pieza está demasiado vieja y desgastada, esta protección se pierde.
  2. Tipo de fibra
    Las fibras sintéticas como el poliéster o la lana son las prendas con mayor factor de protector ultravioleta, por tanto, las mejores opciones para la protección del sol porque bloquean mejor la radiación solar. Estas fibras sintéticas también protegen más que las telas transparentes.
    En cambio, las telas como el algodón, el lino, el cáñamo, la seda y los acrílicos, sin un procesamiento químico adicional, podrían no filtrar de forma eficiente la radiación ultravioleta. Según la Academia de Dermatología y Venerología (AEDV), “una camiseta de algodón equivaldría a un factor de protección solar de 15”.
    Según la Academia de Dermatología y Venerología (AEDV), «una camiseta de algodón equivaldría a un factor de protección solar de 15».
  3. Color de la prenda
    Contrariamente a lo que solemos pensar, los colores oscuros absorben más radiación que los claros, por lo cual, como explicábamos aquí, vestir de negro nos protege más de los rayos solares que ir de blanco. Lo que hacen los colores oscuros o brillantes es evitar que los rayos UV lleguen a la piel porque los absorben en lugar de permitir que penetren.
    Según la AEDV, “los colores oscuros filtran hasta un 30% el sol, mientras que los más claros filtrarían entre un 5%y un 12%”.
  4. Seca o mojada
    Cuando hace mucho calor, la tentación de mojar la ropa para estar más frescos es enorme. Sin embargo, se trata de una acción que no nos protegerá tanto del sol ya que la ropa mojada deja pasar los rayos UV porque las gotas de agua permiten que los rayos entren a través del tejido y ejercen de lente, lo que aumenta los efectos de la radiación.
  5. Holgada o estrecha
    No tiene sentido cubrirse de pies a cabeza si los tejidos son más holgados porque los espacios que quedan entre el tejido y la piel dejan pasar los rayos.

Ropa expresa contra el sol, qué debemos tener en cuenta

En los últimos años ha ganado terreno el desarrollo de ropa diseñada para protegernos del sol que cuenta con el factor de protección ultravioleta (UPF), similar al factor de protector solar de las cremas, y que mide la efectividad de un tejido para filtrar la luz ultravioleta (UVA) y la ultravioleta B (UVB).
Este tipo de ropa está compuesta de fibras sintéticas como el poliéster y las nanofibras y tintes con colores brillantes que, según la Fundación de Cáncer de Piel, reflejan los rayos.
La clasificación del grado de fotoprotección UFF se establece en:
• Muy alta 50+
• Alta 20-30+
• Media 10-15+
• Baja 2-8+
Una calificación de 30 significa que la tela permite que pase un 3% de la radiación UV; una prenda clasificada con un UPF 50 permite solo un 2% de transmisión. Por debajo de un 15 no se consideran protectoras contra los rayos UV. Así, una camiseta blanca de algodón normal ofrece una clasificación UPF 15, lo que significa que pasaría un 20% de la radiación UV.
Para obtener la certificación UPF se deben cumplir normas internacionales que proceden de organismos como la American Society for Testing Materials. En el caso de que las cumplan, pueden incluir una etiqueta con el logo UPF junto al rango de protección.
Este tipo de prendas está especialmente indicadas para personas de piel muy clara que se queman fácilmente con el sol; aquellas que pasan mucho tiempo al aire libre –sobre todo en verano– o los niños, porque en ocasiones puede ser más fácil usar ropa de protección solar antes que tener que perseguirlos para renovar el protector solar.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) aconseja que a la hora de comprar este tipo de camisetas solares, nos fijemos en que sea preferiblemente de manga larga, que quede un poco holgada para que la tela no se estire y que sea bastante tupida. Según la organización, una densidad inferior a los 140 g/m2 no da suficiente protección.

Otros complementos que nos protegerán del sol
Además de la ropa, una gorra o un sombrero nos aportan una protección muy interesante frente al sol. Tal y como explicábamos en otro artículo, también hay distintos materiales. En verano, deberemos evitar el fieltro y la lana y priorizar las fibras vegetales transpirables y ligeras que no dan calor ni aumentan el sudor. Un sombrero de ala ancha nos protegerá la cara, el cuello y las orejas.
La protección de los ojos con gafas de sol es fundamental para preservar al cristalino de los efectos de la radiación ultravioleta. A la hora de elegir unas, deberemos prestar atención a la categoría de los filtros: del cero al cuatro, vamos de una protección muy baja a una muy alta, indicada sobre todo para alta montaña. También es importante tener en cuenta que la montura sea envolvente para evitar que los rayos penetren por los lados.

Fuente: https://acortar.link/vAiXfi

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